Un blog

Hace tiempo que no recordaba que tengo un blog. Hace tiempo que no sentía la necesidad de escribir nada. Hace tiempo que sentía que había muerto por dentro y nada cambiaría el rumbo de mi vida. Hace tiempo que no vivía mi vida y hace ya mucho tiempo que no me importaba.


El fin de semana me reencontré con mi ex-novia (la buena). La vi después de haberla agregado a mi lista de contactos en una de las redes sociales que adoro/odio y haber intercambiado mensajes de manera esporádica. Es cierto que el tiempo no pasa en vano, ya que no nos parecíamos en nada a los pubertos que éramos cuando nos vimos la primera vez, e irónicamente no habíamos cambiado mucho en otros aspectos.

Debo mencionar que cuando nos separamos, no lo hicimos por decisión propia. Tarde descubrí que ella se había quedado con la idea de que yo simplemente la abandoné, y yo por mi parte pensaba que ella había dejado de buscarme para evitar problemas con su familia. Lo que sí es verdad es que yo no fui lo suficientemente maduro como para afrontar las pocas o muchas dificultades que tenía nuestra incipiente relación en ese entonces. Tiempo Pasado.

El fin de semana pasado, la visité. Después de casi 5 años de no saber nada de ella, hasta apenas hace unos meses. Pasar el día hablando de nada y de todo, observar sus gestos y reacciones, hacerla reír, hacerla enojar y hasta simplemente mirarla así, sin hacer nada más me hicieron sentir como una persona completa. Nunca me había sentido así, ni siquiera cuando estuve con ella hace más tiempo.

Ya no me importa el mañana, lo único que quiero ahora es estar con ella y para ella y si es algo bueno o malo es lo de menos. Sólo quiero el ahora, siempre y cuando esté conmigo.



Hace tiempo que no escribo nada en este blog. Hace tiempo que no sentía la necesidad de plasmar mis ideas en un texto, pero creo que eso está por cambiar.