Días de calor.... Y nostalgia.

6/05/2011 05:03:00 p.m. Posted by Azrael

Es Domingo y hace un calor de la chingada.

No es el peor que he vivido, pero es bastante molesto como para afectar mi estado de ánimo.

Sin embargo, esto no es motivo suficiente como para no postear algo en el blog.

Por motivos meramente personales y para mantener el anonimato de las personas personas involucradas en mis relatos, desde ahora sólo usaré sus iniciales o apodos para mencionarlos en mi blog.

He estado pasando un buen tiempo con J. hace ya 3 semanas que nos volvimos a encontrar y a veces tengo la sensación de que no ha pasado ni un día desde que nos separamos aquel entonces.

Creo que será mejor empezar a contar la historia desde antes de conocerla, y tratar de evitar cualquier laguna mental que pudiera haber quedado de ese tiempo en el que fui mucho más ingenuo de lo que debí ser.

Ésto sucedió hace ya varios años, cuando yo apenas entraba al mundo adulto. Tenía 18 años a punto de cumplir los 19. En ese tiempo yo era un muy buen amigo de Warner y "C", una chica muy bonita que aún trabajaba en el mini súper donde tuve la primer experiencia más dolorosa de mi vida con "D" (aquellos que hayan leído la Pequeña Historia Real que incluso pasé a este blog tal vez recuerden un poco de tales hechos).

Ya habían pasado varios meses que había dejado ese trabajo y ahora formaba parte de una línea de producción de partes de refrigeradores. En parte no quise seguir en mi anterior empleo por tratar de olvidar a D y otra porque la paga no era muy buena, además de que en la fábrica había entrado a trabajar conmigo otro amigo de mi cuadra, H.

El tiempo pasó rápido para mí, ya que el ritmo acelerado de las líneas de ensamble, las metas de producción y el control de calidad eran algo completamente opuesto al empleo pasivo y rutinario que había tenido antes. Pasé las primeras semanas adolorido de músculos que ni siquiera sabía que existían y con ampollas en las manos que a veces ni siquiera llegaban a curar cuando un ampolla más aparecía sobre ellas.

Debo admitir que no fue una experiencia divertida durante ese período, sin embargo mis necesidades económicas y mi falta de experiencia me motivaron (obligaron) a seguir adelante. Poco a poco iba aprendiendo de mis otros compañeros mientras H había sigo asignado a otra área de ensamble, a varios metros de donde yo me encontraba. Conocí a mucha gente durante ese tiempo, y a quienes llegué a considerar como buenas amistades.

Me gustaría poder decir que durante ese tiempo encontré a alguien que me pudiera hacer olvidar a D, pero no fue así. Supongo que hay heridas que sanan y otras dejan cicatrices, siendo las del alma las que más duelen.

Tampoco puedo decir que no lo intenté. Creo que para la mantener la sanidad de un servidor, y para no hacer este relato innecesariamente largo, escribiré sobre tales intentos en posts individuales.

Una de las ventajas de los trabajos de fábrica, si bien no es una remuneración adecuada, sí lo es la condición física que se obtiene. Yo ya me encontraba en buena forma cuando habían pasado los primeros 2 meses de haber empezado a trabajar ahí, y eso se veía reflejado en mi apariencia. Me sentía bastante a gusto conmigo mismo, aunque tenía el problema de quedarme dormido a cada rato por el cansancio, algo que hace mucho tiempo que no sufro.

El tiempo pasó rápido, tan rápido que al estar trabajando ahí por un año me cambiaron de puesto y empecé a ganar un poco más de dinero. Descansaba dos días a la semana y tenía sólo dos turnos de 12 horas, con todas las horas extra pagadas. Mi nuevo jefe en el puesto de Control de Calidad me había elegido por una trivialidad pero hice lo mejor que pude para hacer mi trabajo valer.

Fue durante ese tiempo que conocí a J. fue Warner quien nos presentó una noche de Febrero. Ese día yo descansaba de mi turno y me encontraba en camino a recoger a C en un antro al que frecuentaba. Les recuerdo a mis 2 lectores que en ese entonces yo aún mantenía una buena amistad con ella, pues aunque me recordaba lo que había pasado con D, ella no era responsable en lo absoluto.

Cuando salí de mi casa a buscar a Warner, yo ya sabía que el tenía algunos días visitando a unas niñas que vivían cerca, pero yo no las conocía aún. Fui a buscarlo después de haber recibido una llmada de C pidiendo que fuéramos por ella a un bar que se encontraba en otro municipio.

Cuando lo encontré, él estaba hablando con tres muchachas. Una era R, amiga de las dos hermanas, S y J. En ese momento las saludé a las tres, pero le puse especial atención a J, porque me pareció algo diferente. Parecía parte del grupo, pero algo me decía que estaba aparte, que no encajaba. Me llamó también la atención que usaba gafas, y que tenía una mirada intensa, penetrante y a la vez tímida. S se le asemejaba en algunas cosas, pero se veía más joven que ella por un par de años, además de que tenía un aire de niña pequeña lo cual la hacía poco agradable a mi ver.

Recuerdo muy bien que en ese momento tuve la idea, tal vez la intención, de conocer a J mucho más allá de una simple amistad. Me sentí intrigado por esa aura sencilla, un tanto desconfiada, y su mirada tan difícil de evitar. Su figura también fue uno de los factores influyentes en mi decisión, aunque ese día no la pude observar con más detalle, en parte porque era de noche y además ya tenía un poco de prisa por ir a recoger a C, no obstante, desde ese día ya formaría parte de mis pensamientos.

Pasaron algunos días, y mi curiosidad seguía en aumento. Empecé a frecuentar al grupo JRS (por "J", "R" y "S" por varios días e incluso conseguí que R se volviera mi cómplice para saber más acerca de la misteriosa J. A través de R aprendí varias cosas: que J tenía otro hermano, asistía a misa todos los Domingos y algunos días de la semana, que le gustaba la música de antes, como los Doors y otros grupos de la década; en resumen, todo parecía indicar que había conocido a alguien con quien me podía identificar en más de un aspecto, y la idea cada vez me iba gustando más y más.