Un blog

Con el paso de los días, sigo caminando, a la deriva, sin una intención definida. Avanzo casi por inercia por esta vida sin vida, la cual parece una ilusión de la cual no hay salida. Tal vez no hay salida porque no es necesaria, tal vez sea porque esa ilusión es lo único que hay, y entonces se vuelve nuestro deber transformar esa ilusión en algo tangible.

En los fragmentos de mi lucidez, queda la percepción de que hay quienes aún leen mis desvaríos sin sentido, e incluso hay quienes encuentran un patrón definido en esta maraña de frases y palabras. Es a áquellos a quienes dedico las siguientes líneas que conforman la vida sin vida de éste pseudo-blogger:

"El día de hoy estuve apunto de ceder. Mi trabajo no me brinda la satisfacción que encontraba hace algunos meses, lo cual me hace sentir cansado. Es probable que sólo se deba al hecho de que mis resultados han sido menos que favorables durante el mes de Febrero. Por otro lado, hoy encontré a alguien a quien no veía desde hace un buen tiempo: Cinthia. Esta niña me acaba de invitar a salir a una reunión un tanto peculiar, donde un ejército de geeks, trolls y ñoños dentro de un espacio cerrado libran una lucha a muerte sobre quién es el que sabe más sobre alguna pendejada; en pocas palbras, me pídió que la acompañara a una convención de Cómics. No es que yo sea alguien ajeno a tal círculo, sino que es precisamente por eso por lo que me veo reacio a acudir a tal evento. Hace años que no asisto a una convención, y no sé si me sentiré a gusto entre tantos ñoños de 30 años acompañados de sus madres, gritando como colegialas al ver una figurita de arcilla con la forma de su personaje de caricaturas favorito; o los típicos y cada vez más abundantes "cosplayers" (personajes más que aterradores), todos con sobrepeso y disfrazados de personajes de acción, o incluso peor, de personajes de caricaturas japonesas para niños (aún trato de borrar de mi mente la imagen del tipo que se disfrazó de Vegeta)".



Sólo espero que mi suerte no acabe esta semana, pues voy a necesitar pedir el Sábado como día libre, o simplemente faltar. Sea cual sea el caso, seguiré andano este camino maltrecho que es mi vida, posteando balbuceos incesantes hasta que se me caigan los dedos de las manos. (Creo que siempre termino mis blogs con alguna pendejada como ésta, ¿No?)